La Autonomía Personal se define como la capacidad de controlar, afrontar y tomar por iniciativa propia, decisiones acerca de cómo vivir de acuerdo con las normas y preferencias propias, así como de desarrollar las actividades de la vida diaria.

Frente a una situación de dependencia derivada de la edad, la enfermedad o la discapacidad, podemos establecer pautas y acciones que favorezcan el mantenimiento de la autonomía personal, que acompañen a la persona, que eviten o disminuyan conflictos, consiguiendo con ello beneficios tales como menor sobrecarga familiar, autoestima positiva, mantenimiento de las competencias cognitivas, mejor adaptación social,...por citar algunas.